Está claro que el COVID19 es una pandemia mundial que nos ha afectado a todo y a todos. No hay mercado que no lo haya sufrido, en este post vamos a analizar en profundidad que consecuencias ha tenido en la recogida de UCO y que cambios esperemos en el futuro.
Partamos de la base de que el UCO que se recoge a nivel mundial proviene en un 95% del canal Horeca y un 5% de viviendas particulares, teniendo en cuenta que la hostelería ha estado totalmente cerrada durante los últimos dos meses apreciamos un descenso notable en la recogida de UCO. La gran mayoría de los recolectores de UCO a nivel mundial han tenido que cerrar temporalmente debido al parón de la hostelería, una mínima parte ha podido seguir recogiendo, con su plantilla reducida, y así proporcionar los servicios de recogida en los siguiente puntos:
- Contenedores urbanos de recogida domiciliaria. Estos contenedores de color naranja se encuentran repartidos en lugares públicos autorizados por los ayuntamientos, puntos limpios o supermercados, por ejemplo. Aquí es donde se ha podido reflejar un ligero repunte, al estar la gente confinada en casa, han cocinado más y se ha generado más aceite usado. Los hábitos de consumir menos frito en casa que en los restaurantes y la no concienciación medioambiental por parte de la mayoría de los ciudadanos, se sigue tirando el aceite usado por el fregadero en vez de en su contenedor correspondiente, son las principales razones que influyen en el volumen de aceite vegetal usado de origen doméstico.
- Delivery y caterings. Como hemos visto, algunos establecimientos han continuado con su actividad ofreciendo comida a domicilio o menús para residencias de estudiantes y ancianos, hospitales o cárceles. La actividad de estos agentes ha beneficiado al sector al generar grandes cantidades de aceite vegetal usado.
- Fábricas de alimentos. Otro punto clave en la producción de aceite vegetal usado durante esta pandemia han sido las grandes fábricas de alimentos precocinados, patatas fritas, conservas, frutos secos y toda industria que necesite de aceite vegetal usado en su producción. Al igual que los demás agentes en activo, han generado aceite vegetal usado y se les ha ido recogiendo de la misma manera que antes de la crisis del COVID-19.
A pesar de que ciertos agentes de la hostelería no han cesado su actividad durante la pandemia, el volumen de aceite vegetal usado durante esta crisis solo supone entre un 10% y un 20% del aceite generado antes de la misma. La situación parece que mejora poco a poco, con la apertura de las terrazas y algunos restaurantes, en junio se prevé un ligero repunte en la recolección que nos puede llevar a niveles del 40% respecto a febrero de 2020.
¿Qué puede pasar a partir de ahora?
El fin del confinamiento está reactivando el consumo poco a poco pero solo de una manera local. Sigue habiendo restricciones de movilidad entre regiones dentro del país y hasta el próximo mes no se permitirá la llegada de turistas extranjeros. A partir de julio se podrá empezar a ver realmente la cantidad de UCO que se genera en comparación a otros años en la misma fecha y comprobaremos si la era post COVID y sus nuevos hábitos afectarán a nuestro sector. Son varios los cambios que pueden afectar:
- Teletrabajo. Si esta modalidad ha llegado para quedarse en determinados sectores y empresas, es obvio que trae consigo que la gente coma más en casa. Esto repercute en el nivel de aceite vegetal usado que genera la hostelería.
- Crisis económica. Habrá un reajuste en muchas empresas y bajará el poder adquisitivo de gente que come habitualmente fuera de casa y que ahora tenga que recortar su gasto en restauración.
Como conclusión positiva, hemos visto que la demanda y el precio cayeron drásticamente en el mes de abril, sin embargo, el mercado ha subido en mayo y junio. La apuesta por los biocombustibles de segunda generación producidos a partir de un residuo es clara y las directrices europeas tienen objetivos ambiciosos de mezcla hasta el 2030, así que parece garantizada la demanda en los próximos años. Incluso con una bajada del petróleo a niveles mínimos históricos y la mayoría del parque móvil parado, se ha dado salida a todo el UCO recogido y la demanda ha sido mayor a la oferta, lo cual refleja que el UCO es el residuo más apetecible para los fabricantes de biocombustibles por su calidad y facilidad de tratamiento.
Está por ver qué pasará en los próximos meses porque hay muchas fábricas que han tenido que parar por falta de abastecimiento y este es un problema que se mantendrá hasta que empiece la “nueva normalidad” y veamos cuanto UCO se genera. Confiemos en que no haya una segunda ola del virus y que todo se reactive pronto. Los implicados en esta industria, desde la hostelería que genera el aceite usado, los recolectores que lo gestionan correctamente, transportistas y fábricas de biocombustible que le dan una segunda vida al residuo estamos deseando que todo empiece a rodar nuevamente. Esperemos que así sea.
Para conocer otros de los productos con los que trabajamos podéis visitar nuestra página de Productos, en ella podéis ver los 6 tipos de residuos que gestionamos